domingo, 18 de septiembre de 2016

17/09

Hola, se que no te voy a mandar esto, pero sería bonito. Esto no es más que otro pensamiento que te dedico al día, de los muchos que me hacen perder el tiempo en nuestra otra vida. Creo que voy a escribir un libro, uno que cuente lo que nadie ve pero tú y yo sabemos muy bien, la historia de dos vidas unidas por algo que ninguno sabemos explicar. Eso que parece que no existe, pero que probablemente sea lo que más sentido tenga en nuestras vidas. Nos amamos, y estoy convencida de que no vamos a poder negarlo nunca, al menos no con miradas, pero sí con palabras. Eso se nos da bien, demasiado bien. Puede que ya te la sude todo esto, como a mi me ocurre cada tres semanas. La otra me la paso anhelando todo. Es bonito. Y no. A veces muero por tu abrazo asfixiándome. Otras deseo no haberte conocido. No conocer tal sincronía, compenetración y perfección. Tales gestos, formas, palabras que me hacen enloquecer. Y no importa si era una chiquilla de dieciocho, de veinte. Si soy una mujer de veintidós o de treinta. Siempre sentiré lo mismo. Con otros no, pero contigo si. No puedo dudarlo. Sueño con el momento de empezar algo, mientras que con él sueño con el momento en que termine. No es justo para nadie, pero qué hipócrita sería si no fallara mis propios valores, mis propios discursos. Siempre he mirado por mi propia comodidad, sin optar a algo mejor. Para qué cambiar, si así se está bien. Para qué. A veces dejo a mi corazón calmarse un poco, deleitarse con la sensación cálida que me produce pensar en ti. Pero poco, que luego se me acostumbra y me pide su dosis diaria. Entonces la gran guardiana, mi razón, lo mantiene a raya por horas, creyendo que así soluciona el problema cuando o único que hace es darle más y más importancia. 0:59. Y 1:14. Pasan los minutos y no tienes ni idea de mí. Viviré en ti. Supongo. Gn

-- casi enviado por WhatsApp con mi Huawei.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Sin ti -1

Me duele no saber de ti 
no besar tu sonrisa 
que ya no huela a ti mi camisa 
que no existe un momento en que te quiera lento y te olvide deprisa.